Se cruzaban una noche, cuando todo estaba oscuro y lo único que hacía notar sus rostros, era el resplandor de la luna, que esa noche brillaba más que nunca.
¿Qué hay de ti, ahora que encuentras otro corazón, otro quien rodee tu cintura y tome tu mano?
Bueno, creo que por primero de todo, cometes un error. No tengo otro corazón a cual corresponderle. Ninguno podría superar aquello que quedó entre nosotros, si es que se puede usar el pretérito perfecto.
¿A qué te refieres?
A la manera en que me miras en las pocas ocasiones que nos cruzamos, cómo te hagan rabietas al ver que no te saludo, ni siquiera deposito un beso en tu mejilla. Al ver cómo me miras cuando otro muchacho se me acerca. ¿Acaso crees que no te conozco lo suficiente para comprender que sigues enamorado de mí?
Yo… Yo no sé que decirte…
No digas nada. Simplemente sé feliz. Ya no interesa si lo eres conmigo o sin mí, lo único importante de esta cuestión, es que de verdad lo seas…
Es que no sé si soy feliz lejos de ti, solo sé que no quiero lastimar a la persona que me ama y amo…
Pero, a ver… Si quieres a alguien, si de verdad lo quieres, apuestas todas las cartas, aún sabiendo que el crupier no tiene mazo. Eso es lo que se hace, cuando de verdad quieres estar con alguien, cuando sientes que complementa tu otra mitad, que nada puede ser mejor que compartir minutos con esa persona… ¿Comprendes? Yo creo, creo que apostaría hasta un par de dos, por tan solo verte sonreír. No te das cuenta de cuántas veces quise abrazarte y no pude, cuántas veces anhelaba tus palabras, y en su ausencia, me conformé con las mismas melodías de siempre. Dicen que todo tiene un reemplazo, creo que es verdad. Pero también comparto la parte en que dicen que cada cosa tiene un único e inigualable valor. Recuerda, simplemente ten en cuenta, ten presente que la vida es una, que quizás, tal como he pensado y recapacitado la situación yo: no me di cuenta de lo que realmente quería hasta enfrentar el miedo de no encontrarme más en esta vida. Quizás, nunca pudiste entender este cambio radical, pero decidí que sí quería vivir plenamente, comenzaría a arriesgarme por aquellas cosas que realmente me importaban. Aquel Febrero, comprendí que sólo tú eras quien me calmaría en situaciones extremas, quien podría bajar el ritmo de mis pulsaciones con tan solo tomar mi mano o besar mi mejilla. Creo que simplemente merezco mantener la esperanza de que algún día regreses, creo que todavía no las dejé vagando por algún descampado. ¡Cómo deseo en este momento susurrarte un “te amo”, pero otra vez, empecé a dudar de si me quieres o no!
No lo dudes, sabes bien que yo te amo.
Lo sé, lo tengo presente en mi mente, pero la verdad es que hace mucho que no veo ninguna acción que me demuestre que la última vez que escuché esas palabras, fueron verdaderas y no solo una ilusión de mis oídos…
Suavemente, él deposita un beso en sus labios, luego otro en su frente, que se mezcló con su cabellera. No importó su pareja en aquel momento, simplemente quería demostrarle a la dueña de su corazón, que aún pensaba en ella como lo había hecho hasta entonces. Sus ojos mieles se encontraron nuevamente cubiertos de pequeñas lágrimas que humedecieron el vestido de su amada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario