Si alguna vez decidieras mirar, a este algo
que es algo más que una amistad. Si alguna vez decidieras mirar, darme una
oportunidad, prometo que no te arrepentirás.
Prometo que los años que pasamos desde que éramos pequeños, se convertirán en años de vejez, cuando nos sentemos en el campo y recordemos estos buenos tiempos.
Si alguna vez decidieras mirar, cambiar la perspectiva, prometo brindarte lo que podría llamarse una era de oro respecto al amor. ¿No depende de eso cada mirada: de la perspectiva que uno le da?
Pensar en mí como alguien nuevo, que puede abrirte puertas a un nuevo mundo, que puede enseñarte cosas y, al mismo tiempo, ser tu aprendiz. Pensar en quien un día pueda secar tus lágrimas, y levantar el ánimo tras un mal día. Quien te espere con la cena servida después de un día laboral. Quiero ser esa persona que cuando ya sea mayor, siga mirándote como cuando era una niña. Solo se trata de una oportunidad. Pero no. Así no.
Continúa la vida como siempre lo fue. Y yo sigo esperando esa nueva forma de ver, esa mirada en tus ojos demuestren tus celos y me diga: “No bailes con él, baila conmigo”. Que me mires y me demuestres que deseas eso, deseas estar entre mis brazos y dejar que mi cuerpo se acurruque entre los tuyos. Simplemente, que me mires. Que me mires desde otra perspectiva. ¿Quién dice que es imposible?
Prometo que los años que pasamos desde que éramos pequeños, se convertirán en años de vejez, cuando nos sentemos en el campo y recordemos estos buenos tiempos.
Si alguna vez decidieras mirar, cambiar la perspectiva, prometo brindarte lo que podría llamarse una era de oro respecto al amor. ¿No depende de eso cada mirada: de la perspectiva que uno le da?
Pensar en mí como alguien nuevo, que puede abrirte puertas a un nuevo mundo, que puede enseñarte cosas y, al mismo tiempo, ser tu aprendiz. Pensar en quien un día pueda secar tus lágrimas, y levantar el ánimo tras un mal día. Quien te espere con la cena servida después de un día laboral. Quiero ser esa persona que cuando ya sea mayor, siga mirándote como cuando era una niña. Solo se trata de una oportunidad. Pero no. Así no.
Continúa la vida como siempre lo fue. Y yo sigo esperando esa nueva forma de ver, esa mirada en tus ojos demuestren tus celos y me diga: “No bailes con él, baila conmigo”. Que me mires y me demuestres que deseas eso, deseas estar entre mis brazos y dejar que mi cuerpo se acurruque entre los tuyos. Simplemente, que me mires. Que me mires desde otra perspectiva. ¿Quién dice que es imposible?
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